Arte callejero en la ciudad

 Un día decidí caminar por la parte sur de la ciudad para descubrir qué podía encontrar allí. Sabía que había murales ocultos en las áreas más remotas de ese parque, donde los jóvenes solían reunirse para hacer breakdance, fumar y escuchar música rap callejero.

Entonces me hice la pregunta de cómo era posible pintar esos muros tan grandes. Sin embargo, ese arte me resultaba fascinante, ya que las gigantescas obras plasmaban un verdadero carnaval de imágenes coloridas y sólidas en los paredones, con dimensiones de aproximadamente 2 metros de altura.

Esos paredones, ignorados por muchos de los que paseaban por esos lugares, eran vistos de manera diferente por algunos. En una ciudad repleta de arte antiguo, muchas veces inaccesible al público, llegar a este sitio y capturar estas fotografías fue como entrar en un museo al aire libre. A diferencia de los museos convencionales, donde las obras están bajo estricta vigilancia, aquí el arte está expuesto a la vista de todos, aunque frecuentemente olvidado. Lo mismo sucede con esos museos abandonados que, debido a la difícil situación del país, probablemente nunca volverán a florecer, dejándonos con la nostalgia de lo que alguna vez fueron.

Pintar esos paredones con esos dibujos es una manera de demostrar la importancia de crear un arte basado en las ideas de estos jóvenes, quienes pusieron su talento en valor. Sabían que estos paredones podían servir de inspiración debido a la inmensa cantidad de pintura utilizada en los murales, los cuales fueron embellecidos y llenos de creatividad.